Iluminación de la horticultura: LED vs HPS
La horticultura de interior está en constante cambio. Los avances tecnológicos en cuanto a la iluminación en el cultivo de plantas están creciendo, las luces LED hortícolas, también, continúan desarrollándose y han demostrado ser de gran competitividad.
Pero ¿cuáles son las diferencias entre las lámparas LED de horticultura y HPS?
Cultura bajo la lámpara HPS:
Inventado en la década de 1930, HPS (sodio de alta presión) son ineludible en el campo de la horticultura de interior.
Siendo la primera en el mercado, las lámparas de HPS cumplen ninguna competencia.
El poder que emana de los rayos de bulbos de HPS a menudo contribuye a la proliferación de densos y altos rendimientos.
Durante mucho tiempo, modelo estándar de la cultura, tienen todavía significativamente menor costes a los de la iluminación LED hortícola y generar un brillo adecuado para un buen crecimiento de las plantas.
En cambio, aunque sean menos costosas a la compra, estas bombillas hacen rápidamente escalar el consumo eléctrico. Ser limitada su vida útil, de cerca de 12 meses, la lámpara HPS impone a su usuario de deber renovar su compra cada año en su vida útil.
Más de la utilización de estas lámparas necesita la instalación de un transformador o de un Balasto adaptado con el fin de canalizar la intensidad de la corriente eléctrica y de tranquilizar la cultura.
El Sodio, asociado con xenón y con mercurio, emite un espectro que da una luminosidad que le varía la naranja al blanco que crea un calor fuerte. Hay que pues asegurar una ventilación regular y suficiente, de modo que la temperatura del espacio de cultura no sobrepasa los 30 ° C, sobre todo si éste es de talla reducida. La utilización de ventiladores y de extractores de aire es fuertemente recomendada para este tipo de instalación.
La cultura bajo lámparas hortícolas LED:
Desde su aparición (1962) las lámparas hortícolas LED recorrieron un camino largo en la horticultura de interior para llegar a rivalizar con la potencia de las lámparas HPS. Hoy, gracias a los progresos tecnológicos, estas lámparas son capaces de imitar la luz del sol con tanta intensidad como las lámparas a alta presión, produciendo una gama de espectros luminosos de colores variados.
La luz azul abre los estomas que permiten los intercambios gaseosos entre la planta y el aire ambiente y acelera pues su metabolismo. Una tasa elevada de luz azul se intensifica el crecimiento y el desarrollo, mientras que la luz roja estimulará de ventaja la clorofila A que permite concentrar la energía solar en azúcar.
La utilización de las lámparas hortícolas LED produce poco calor, pues no es más necesario instalar una ventilación también costosa como con un sistema HPS, y esto consumiendo poca energía. En términos de capacidad de penetración luminosa, el rayo LED emite un haz menor en profundidad pero en adecuación total con proceso de maduración de los terpenos contenidos en la planta.
La lámpara LED de horticultura puede parecer onerosas a la inversión pero da prueba de una gran autonomía (entre las 20 000 y 50 000 horas) y encarna una dinámica económica y fiable.
